Probablemente os duelan los ojos al ver el título de este post; si es así, lo celebro, porque eso es lo que pretendía. Habéis tenido la misma sensación que yo cuando veo faltas de ortografía… Cada día se hace más común encontrarlas en la televisión, en publicidad, documentos oficiales…
Cuando yo estudiaba E.G.B. se nos decía que el castellano surgió de la evolución del latín vulgar, a partir de su uso, entre los habitantes de la respectiva zona del Imperio Romano. A mí me parece muy bien que la lengua evolucione, pero a veces me parece que es para detrás, que lo que es esto es un verdadero proceso de involución. Y me siento como Don Quijote peleando con molinos de viento.
Recuerdo que en B.U.P. te bajaban un punto en la calificación del examen por cada falta de ortografía; vamos, con un 5,95 y una falta estabas suspendido. Ahora, cuando veo determinados estados de facebook, twitter, tuenti,… en personas licenciadas, diplomadas o graduadas, me pregunto si se quedaron en la puerta de la Universidad o llegaron a entrar alguna vez.
La RAE define comunicación de la siguiente forma:
Comunicación
(Del lat. communicatĭo, -ōnis).
1. f. Acción y efecto de comunicar o comunicarse.
2. f. Trato, correspondencia entre dos o más personas.
3. f. Transmisión de señales mediante un código común al emisor y al receptor.
La comunicación es, en esencia, el proceso por el que se transmite información de una entidad a otra. Pero claro, si el código es erróneo…¿quién entiende el mensaje? Que no es lo mismo decir “lamento la pérdida de su esposa”, que “lamento la perdida de su esposa”. Si no tenemos cuidado podríamos herir los sentimientos de algún viudo, ¡es evidente!
Las faltas de ortografía, además de una mala carta de presentación, son hirientes para aquellas personas que han de soportarlas como mártires de la comunicación. Y con el uso de las nuevas tecnologías, desgraciadamente, son cada día más frecuentes.
Hay quienes les restan importancia, sin darse cuenta de que se hacen flaco favor. Es absurdo gastarse miles de euros, o millones, en una campaña de comunicación que nos presenta como incompetentes y hace que parezcamos poco capaces ni de escribir un cartel sin dañar la vista de todo el que lo tenga delante. Dando por descontado que lo que has logrado hacer es una campaña de verdadera incomunicación.
Claro que en algunos casos la culpa puede que no sea de aquel que lo escribió, sino de los fenómenos meteorológicos, que hacen crecer el “palito” de la “v”. Con un poco de suerte, ¡tendremos flores en primavera!
Aquí tenéis la imagen de un cartel que no salió a la calle pero que está colgado en redes sociales y que puso a alguno los pelos de punta… y después algunas fotos más, para que os hagáis idea de lo que digo. Y tened cuidado, puesto que una sola falta puede dañar el trabajo de años en un sólo segundo; eso sí, siempre podéis echar la culpa al becario…
¡Ja, ja! Te entiendo.Yo también me siento como Don Quijote algunas veces.
Y encima publico el post y un ingeniero me manda un correo con esta palabra “exaustiva”…. Aaaaaaaahhhhh!!!!!!!!