Estaba pensando qué escribiría para Navidad, quería que fuese algo diferente y lo he encontrado. Una de mis amigas compartió este vídeo de @locarconio que me ha inspirado.
“Madre pa’aquí, madre pa’allá… ¿Es que nadie más sabe dónde está la cocina? ¿O será la falta de costumbre? La Navidad es la época ideal para disfrutar de toda la familia junta, en torno a la mesa. Pero hay alguien que siempre falta: nuestra madre. El Sentador de Madres es el producto ideal para demostrar que los hombres no solo tienen manos para pelar las gambas, llega para acabar con esta situación y conseguir que todos levantemos el culo de la silla…”
El protocolo social se organiza según costumbres y convenciones sociales que han de cambiar siempre y cuando sea para mejor y estén orientadas a su fin último: una mejor convivencia y relación. Siguiendo esta premisa, algunas costumbres de nuestras mesas también deben modificarse.
El mejor regalo de Navidad es ayudar a tu madre a salir de la esclavitud… Todos vemos año tras año cómo nuestras madres se levantan una y otra vez a comprobar cómo va el horno, si todos tienen bebida, si se acabó el turrón o algún dulce, si suena el timbre y es el tío que llega tarde año tras año…
Ya está bien señores, ¡los tiempos han cambiado! Hay que hacer efectivo el reparto de las tareas. Si nos organizamos y repartimos las tareas obtendremos resultados óptimos:
- Nadie tendrá que levantarse una y otra vez
- Los invitados no se sentirán desatendidos y abandonados a su suerte
- Nuestras madres, abuelas y hermanas disfrutarán de la Navidad como se merecen
Se trata de encontrar el punto exacto entre atender entre todos a los invitados, repartirse el trabajo y conseguir que todos disfruten de la velada.
Ya nos dicen Miguel del Amo e Inmaculada Tapia, en su post de EFE estilo que: “El invitado prevalece sobre el horno”, esa es la máxima que debemos tener en cuenta en las cenas de Navidad”
Porque al final de eso trata la Navidad de que todos disfruten y compartan, no de juntarse y comer, sino de juntarse y disfrutar ¡Por una feliz Navidad para todos!

Una respuesta a «El sentador de madres y el protocolo social»
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