“¡Eso lo hace mi cuñado, que es muy ‘apañao’, y te hace precio!” Es una de las frases más oídas y un mal endémico de este país. Lo saben los informáticos, los de comunicación, marketing, los electricistas, los Djs, los fontaneros…Y es que, ¡cuánto daño hace al concepto de profesionalidad el cuñadismo o el amiguismo!
Uno se pregunta qué diantres hizo cuatro años o cinco en la universidad, más el correspondiente postgrado, Máster,… si para trabajar bastaba con certificar que eras cuñado de alguien. Al final, en lugar de buscar trabajo va a tener una que buscar marido (que no sea hijo único, ¡claro está!).
Dicho esto, pensemos entonces qué le pasaría a nuestros eventos de empresa si no los organiza un profesional… ¿Es productivo a la larga?
Los eventos que no organizaun profesional, la inmensa mayoría de las veces, aunque pueda parecer que han sido un éxito, carecen de:
- Objetivos claros: ya que normalmente se tiende a no establecer objetivos claros, reduciendo el evento a una reunión para “lucir la marca” y juntarse con amigos, sin establecer estrategias claras desde un punto de vista profesional.
- Capacidad de medir el retorno de la inversión: puesto que el éxito se reduce a la alegría de “se fueron todos contentos, que llevaban mucho sin verse”.
- Aumento del alcance de nuestra empresa: reducimos nuestros eventos al grupillo de clientes fijos y conocidos, reduciendo nuestros posibles mercados y limitando nuestras posibilidades. Porque nuestros actos se convierten en actos de amigos y cuñados, que acaban hartos de verse en compromisos a los que no se pueden negar.
- Generar imagen profesional: nos hace perder seriedad y a la larga desgasta nuestra imagen y no aporta.
Según L. Moreno, en su libro ” Gestión de la Calidad y diseño de organizaciones. Teoría y estudio de casos”: “un producto o un servicio es de calidad excelente cuando se aplica en su realización los mejores componentes, la mejor gestión y realización en los procesos”, es evidente que el cuñadismo no es un buen elemento que garantice la calidad total en nuestra empresa.
La calidad de los profesionales que escojas para organizar tus eventos refleja dos cosas claras: el índice de tu amor a la empresa misma y a los clientes. Aquel que ama su empresa y a sus clientes busca ofrecer el mejor servicio y trabajo por ello.
Una respuesta a «¡Eso lo hace mi cuñado y te hace precio!»
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