¿Qué es un indicador?
Un indicador es “un instrumento que provee información de una determinada condición o el logro de una cierta situación, actividad o resultado. Un indicador necesariamente debe representar una relación entre variables. Esto porque, sin un punto de comparación, es difícil establecer si hubo algún cambio o mejora”. Es decir, es una especie de “patrón”.
Teniendo en cuenta esto, ¿puede ser el protocolo un indicador de igualdad de género? Dejando a un lado el ámbito del protocolo social, que merece estudiarse con más calma, en otros ámbitos se convierte en un indicador de igualdad de género, puesto que si no hay mujeres en determinados ámbitos y quienes los ocupan son hombres, de forma indefectible nos veremos obligados a colocar más hombres que mujeres. No es posible quitar a un hombre de una foto para colocar a una mujer si la ley y las condiciones de un acto te obligan, o al menos vas a tener que forzar mucho las cosas y dar un gran rodeo, o simplemente no invitar a los hombres. ¿Por qué? pues porque nos limitamos a organizar a las personas según su cargo, independientemente de su género. Por eso podemos decir que el protocolo se convierte en delator del fallo del sistema: si no hay mujeres estas no aparecen en las fotos. Si las mujeres no ocupan puestos de poder y toma de decisiones, no aparecen en las fotos.
Protocolo, antropología aplicada
El protocolo, entre otras cosas, podríamos definirlo como antropología aplicada, dada su capacidad para explicar y plasmar el pensamiento y obrar del ser humano desde el aspecto cultural y social, en un espacio puntual de tiempo. Es por esto que nos sirve para medir si de verdad la igualdad es real y efectiva. Además hemos de tener en cuenta el mensaje que nuestra institución envía con este tipo de distribuciones: una simple colocación, un orden de saludo, una distribución del espacio, etc, puede servirnos para mostrar en un solo instante y de forma condensada nuestra esencia.
La pandemia acrecentó este tipo de circunstancias, haciendo desaparecer a muchas mujeres de los eventos y alentando a otras a levantar la voz, tanto en el ámbito privado, como es el caso de #WayMujeres, impulsado por Mar Castro, o la denuncia pública de la ministra Nadia Calviño, que se negaba a aparecer en fotos en las que fuera la única mujer, en el futuro.
El impacto de la pandemia.
El impacto de la pandemia ha sido particularmente perjudicial, y no suficientemente señalado, para las mujeres y las ha vuelto a relegar, en muchos casos, al ámbito de los cuidados.
El Observatorio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) indica que “el 76,2% de todas las horas del trabajo de cuidado no remunerado recae sobre las mujeres: más del triple que en el caso de los hombres”. Además, “el sistema de cuidados se sostenga en una amplia mayoría de mujeres en todo el mundo”.
Ahora, ¿qué nos queda?
Si conocemos el dato, sabiendo la importancia comunicativa del protocolo debemos de poner los medios y cuidar de que la igualdad no solo se plasme en un plan de empresa, o sea parte del discurso, si no que sea parte de nuestra imagen real de marca y así se muestre: ser y parecer.
Una respuesta a «Protocolo como indicador de igualdad de género»
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